martes, 27 de julio de 2010

57 años del asalto al Cuartel Moncada

Patria Grande.- Del ataque armado contra los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, se cumplió ayer 57 años. El pueblo cubano y los pueblos libres de América, recuerdan la gloriosa gesta donde un grupo de valientes hombres ofrendaron su vida en busca de un destino mejor.Los libros registran el hecho como el gran intento del pueblo cubano por derrocar la dictadura que había sido impuesta por Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952. Aunque algunos hoy se atreven a ensalzar a Batista y a justificar el golpe de Estado que éste le propinara a Carlos Prío Socarrás, jamás podrán negar el estado de barbarie que se impuso en la isla a partir de ese momento y que llevó a un grupo de jóvenes revolucionarios a realizar el asalto al Moncada y el Carlos Manuel de Céspedes.


ANTECEDENTES


Fulgencio Batista estaba consciente de que no ganaría las elecciones a efectuarse el 1° de junio de 1952. Las encuestas le daban un tercer lugar y por ello, bajo argumentos injustificables y valiéndose de un sólido liderazgo en el seno de las Fuerzas Armadas y el respaldo de algunos sectores políticos del país, Batista asciende al poder sin derramamiento de sangre, pero atrajo la atención y preocupación por la mayoría de la población.


Con el nuevo gobierno, la hegemonía estadounidense en la isla creció. El comercio creció tanto como los niveles de corrupción en todos los sentidos. Alguien calificó alguna vez a la isla como el “patio trasero de los EEUU”. Luego del llamado “cuartelazo”, Batista ubicó a los militares de confianza en altos mandos, promoviéndolos de rango y dándoles poder de acción. Las órdenes eran precisas; dar seguridad a los intereses económicos de EEUU. El descontento en el pueblo se dejó sentir en trifulcas aisladas en distintos puntos que fueron rápidamente sofocadas por los incondicionales de Batista.


EN TRES GRUPOS


La intención de Fidel y Raúl Castro, acompañados de 130 milicianos, era clara: derrocar al dictador y restablecer los derechos constitucionales pisoteados. El ataque debía realizarse en tres grupos: uno dirigido por Abel Santamaría, que tomaría el Hospital Saturnino Lora; el segundo, dirigido por Raúl, que se apoderaría del Palacio de Justicia, y el grupo principal dirigido por Fidel, quien se encargaría de la toma del Cuartel. Vestidos de soldados y en noche de carnaval, los asaltantes tomarían la edificación, se apoderarían del armamento e iniciarían la insurrección. El factor sorpresa constituía el arma principal.


Pero el factor sorpresa falló en virtud de un encuentro entre una patrulla de recorrido y los asaltantes. Se da la alarma y se moviliza la guarnición completa del Moncada. El fracaso era un hecho.


Fidel ordena retirada. El grupo del Hospital permanece combatiendo. En la acción militar perdieron la vida seis asaltantes, sin embargo el número de muertos ascendió a 61. La orden del ejército fue asesinar a diez por cada soldado muerto y la masacre se produjo en las propias celdas del Moncada.


Fidel Castro fue arrestado, juzgado y sentenciado a 15 años de prisión. Como abogado, en el alegato al final del juicio, pronunció el famoso discurso “La historia me absolverá”, donde defendió sus acciones y explicó sus puntos de vista políticos.


LA INSPIRACIÓN


Después de 22 meses de prisión, Castro fue liberado en la amnistía general de mayo de 1955. El 12 de junio del mismo año se fundó en la clandestinidad el Movimiento 26 de Julio, en La Habana, donde se definieron la estructura y los objetivos de la organización: “El 26 de Julio se integra sin odios contra nadie. No es un partido político sino un movimiento revolucionario; sus filas estarán abiertas para todos los cubanos que sinceramente deseen restablecer la democracia política e implantar la justicia social”. El núcleo inicial, formando por el grupo que organizó el asalto al Cuartel Moncada, se fusionó con el Movimiento Nacional Revolucionario que dirigía Rafael García Bárcenas y con la mayor parte de la Juventud Ortodoxa.


Poco después se uniría Acción Nacional Revolucionaria dirigido por Frank País. Debido a la amplitud ideológica, el M-26-7 iría rápidamente sumando a jóvenes de diversas procedencias políticas. En este movimiento participaron destacados revolucionarios, muchos de los cuales cayeron en combate. Fidel Castro se exilia entonces en México, donde conocería más tarde a un joven médico argentino llamado Ernesto Guevara.


Desde allí salió el yate Granma que desembarcó en la costa oriental de Cuba con un grupo de revolucionarios que organizaron el movimiento guerrillero en la Sierra Maestra, desde donde muy pronto se logró llevar la lucha al llano y expandirla por todo el país hasta el triunfo revolucionario de enero de 1959.


Fuente:http://www.cubainformacion.tv/index.php?option=com_content&view=article&id=16231:57-anos-del-asalto-al-cuartel-moncada&catid=54&Itemid=65

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